goal.com
El preparador asturiano iguala en su partido 100 el récord de imbatibilidad de 28 partidos de Pep Guardiola
El FC Barcelona abandonó la brillantez de ocasiones precedentes y adoptó su versión más funcional para conseguir una victoria que le permite destacarse de nuevo al frente de la clasificación. Fue un partido incómodo para el conjunto culé, con un Levante que no le perdió en ningún momento la cara al partido y que salió con la intención de jugarle de tú a tú al líder. De hecho, los valencianos tuvieron numerosas llegadas a la portería rival y en una ocasione la madera y en otras Claudio Bravo le permitieron dejar su portería a cero por 11ª ocasión esta temporada.
Luis Enrique cumplió su partido número 100 al frente del banquillo azulgrana y ya son 28 los partidos en los que el su equipo no conoce la derrota, igualando de este modo la mejor racha histórica del club sin perder, en la campaña 2010-11, con Pep Guardiola como entrenador.
Salió el Barça con una intensidad tremenda. Realizó Iniesta un primer aviso nada más comenzar y en el segundo minuto de juego, el colegiado le anuló un gol a Messi por fuera de juego que las repeticiones demostraron que fue legal. Los locales estaban completamente arrinconados en su área, pero Rubi puso sobre cuidado césped del Ciutat de Valencia un once ofensivo, un 4-3-3 con Deyverson, Rossi y Morales como punta de lanza. Y lo cierto es que poco a poco el choque se fue equilibrando, con un equipo granota consciente de que la única opción era tratar de jugarle de tú a tú al líder de la competición. De hecho, el propio Deyverson tuvo una buena ocasión tras rematar ligeramente desviado como culminación a un vertiginoso contragolpe.
Los locales comenzaron a explotar el contragolpe, especialmente por el corredor izquierdo aprovechando los espacios que dejaba Dani Alves cada vez que se incorporaba al ataque. Morales estuvo a punto de culminar uno de esas contras con un remate al palo, tras cruzar el balón ante la estirada de Claudio Bravo. Pero en ese momento, era ya el Barça el que mandaba en el marcador, con un tanto de mucha fortuna en propia puerta de David Navarro. Un centro lateral de Iniesta golpeó en la espalda del central levantinista, despistando a Mariño y colándose en el interior de la portería local.
El panorama no cambió demasiado tras el paso por los vestuarios. El Barça se olvidó de la brillantez de citas anteriores y adoptó su estilo más funcional para tratar de mantener el marcador a favor ante un Levante que lo seguía intentando, aunque con escasa fortuna de cara al arco rival. Rossi dispuso de la primera oportunidad del segundo acto, pero se encontró con una buena intervención de Bravo y posteriormente Rakitic metió el miedo en el cuerpo a los locales con un cabezazo a la salida de un córner. Aunque lo cierto es que el conjunto culé no podía atacar con su habitual alegría y estuvo bastante atascado en la zona de tres cuartos, con Messi, Neymar y Luis Suárez bastante desasistidos y sin entrar demasiado en juego a lo largo de todo el encuentro.
El conjunto granota fue perdiendo fuelle con el paso de los minutos, acusando el tremendo esfuerzo realizado, aún así se volcó en ataque en los últimos compases del partido dejando muchos espacios atrás. En un contragolpe conducido por Messi, Luis Suárez estableció el definitivo 0-2 prácticamente ya en el tiempo de descuento.
|