Los andaluces fueron superiores en casi la totalidad del partido, pero el croata apareció con un misil para lograr la victoria al filo del pitido final
Victoria sufrida, sin duda. El Real Madrid continúa con el mal nivel fuera de casa que, esta vez, resolvió en los pies de Karim Benzema y de Luka Modric –hoy y en los últimos partidos, el mejor de los blancos-. Los de Sandoval merecieron algo más siendo muy superiores a los de Zidane, pero tuvieron que resarcirse y sufrir una derrota muy dura cuando más necesitan tener la moral alta. El-Arabi fue el encargado de dar esperanzas a los andaluces.
Saltó el Granada con un total de cuatro atacantes: Barral, Success, Rochina y Peñaranda. De fallar en la tarea defensiva, los de Sandoval podrían ser goleadas por un Real Madrid que, bajo las órdenes de Zidane, no ejecuta bien su juego fuera del Santiago Bernabéu. Hoy el partido de Los Cármenes tenía el mismo guión. Los andaluces mostraron una faceta ofensiva con una gran línea de presión en el centro del campo para incomodar el juego de los blancos. Barral, aprovechando una salida de Keylor para despejar el peligro, intentó poner el 1-0 en los primeros diez minutos con un disparo lejano. Sin embargo le cayó a los pies de Peñaranda, quien marcó en una clara posición antirreglamentaria debido a que solo se encontraba Varane por detrás del venezolano.
Cristiano daría el primer aviso por el lado madridista. James, que parece que poco a poco vuelve a recuperar su habilidad para poner balones con una precisión milimétrica, se anotó un pase largo hacia el portugués. Éste, con un control de pecho, se la echó larga para llegar a penetrar en el área del Granada y poder disparar, pero su remate cruzado con la zurda se marchó rozando la madera. Success gozaría de una oportunidad similar en el minuto 16 en área contraria tras un caos defensivo por parte de la zaga del conjunto blanco. Apretaba mucho el Granada y se veía un Real Madrid incómodo, muy diferente al de la pasada semana que goleó al Espanyol –y siendo el mismo once-.
Sin embargo, y a pesar de la intensidad granadina, serían los merengues quienes se adelantarían en el marcador. El de siempre, el que últimamente abre la lata en cada partido, se encargó de volver a aparecer en el minuto 30: Karim Benzema. Foulquier descuidó el lateral y Carvajal aprovechó un carril que desearía cualquier extremo del mundo. Se adentró en el área sin presión y, con suma paciencia, levantó la cabeza para divisar la posición del que, a día de hoy, no tiene nada de gato y mucho de tigre. El francés solo tuvo que saber dónde situarse y, en la frontal del área pequeña solo tuvo que empujar el esférico a la red. Sexto partido consecutivo en el que marca Benzema, su mejor racha desde que llegó al Real Madrid.
En la segunda parte, nada más comenzar, serían ambos porteros los protagonistas. Primero Keylor Navas con una estirada tras un remate de Barral al segundo palo y, en la siguiente jugada, Andrés Fernández tuvo que volar para sacar una volea fortísima de Modric desde fuera del área. El Granada continuó con su táctica de presionar arriba y salir al ataque con potencia, llegando en varias ocasiones a poner en aprietos a la zaga blanca. Pero a pesar de sus intentos, el Real Madrid realizaba peligrosas aproximaciones. La más clara fue, otra vez, de Benzema en el minuto 57. El francés se quedó solo ante el guardameta tras un pase extraterrestre de Luka Modric, pero Andrés Fernández sacó una mano aún más impresionante que el pase del croata. Paradón.
En la siguiente jugada llegaría el tanto del empate para el Granada, merecido durante la primera parte y más igualado el encuentro en la segunda. Fue el árbitro quien, de forma involuntaria, echó una mano a los locales. Obstruyó a Modric en una salida del balón del Real Madrid y provocó una contra muy peligrosa para los de Ramón Sandoval. Rochina termina dando un pase raso al hueco a El-Arabi –quien acababa de entrar al terreno de juego- quien penetra en el área con velocidad y bate a Keylor Navas por bajo. El delantero granadino se convierte en el máximo goleador de la historia del club con este gol. El croata protestó, pero el colegiado no pudo hacer nada más que disculparse. El Granada apretaba y veía que podía llevarse el partido, llegando a sufrir otro tanto anulado –también acertado-. Los de Zidane se encontraban sumidos en un mar de nervios en un partido que podía desembocar hacia cualquier dirección.
Sin embargo, el que es hoy por hoy el mejor jugador del Real Madrid, apareció para poner el 1-2 rematando con la rabia y potencia que desprendía cualquier aficionado blanco. Luka Modric se armó con las fuerzas de un tifón para lograr un disparo potentísimo desde fuera del área que clavó en la escuadra de la portería para eliminar las malas sensaciones del encuentro y desatar la euforia en las filas del conjunto blanco cuando menos merecía ir por delante. El croata apareció, en el minuto 84, como hiciera en Old Trafford en aquella eliminatoria de Champions League que, sin duda, todos tenemos en mente. Golazo de infarto digno de enmarcar. Pidiendo la hora durante los minutos finales, el Real Madrid aguantó con garras y dientes y consiguieron una victoria que les permite no descolgarse de la lucha por la liga. El Granada, que mereció más, se lleva un golpe anímico duro que deberán solventar para luchar por la permanencia.
|