El conjunto azulgrana se impone con goles de Lionel Messi y Luis Suárez ante un digno Atlético, que terminó con nueve por las expulsiones de Filipe Luís y Diego Godín
El Atlético de Madrid comenzó mejor que el Barcelona , que no esperaba que los rojiblancos se acogieran a la osadía ofensiva tan desde el principio del choque. Diego Pablo Simeone apostó por un innovador 4-1-4-1, con Augusto de tapón y Gabi como mejor amigo de Andrés Iniesta, que electrocutó el fútbol de toque del conjunto azulgrana, incapaz de encontrar conexiones entre sus jugadores más ofensivos, y que sufrió ante la presión adelantada de los pupilos del Cholo.
Así, Saúl Ñíguez, ese box-to-box que se ha inventado el técnico bonaerense, legitimó la propuesta rojiblanca con un zapatazo desde la frontal que hizo calentar a Claudio Bravo con una fantástica estirada. Fue el primer aviso de que los rojiblancos iban a vender cara su derrota en este decisivo duelo en el Camp Nou. En la siguiente jugada llegó la advertencia en serio. Otra vez el canterano rojiblanco, pero en esta ocasión por la banda izquierda, puso un centro al área que nadie quiso despejar salvo Koke, quien con su clase logró con un pase a la red el primer tanto del partido.
El Barcelona no reaccionaba y el Atlético se crecía por momentos. Augusto, en un valiente arranque, salió de su cueva de hombre ancla y con un zurriagazo desde la frontal propinó los suspiros de la grada del Camp Nou. Estaba más cerca el 0-2 que el 1-1. Apenas le llegaban balones al tridente azulgrana, perfectamente sujetado por la férrea zaga rojiblanca, y la velocidad tanto de Carrasco como de Griezmann creaba peligro en una siempre atrevida defensa azulgrana. Todo pintaba bien. Hasta que apreció el de siempre. Lionel Messi
El delantero argentino, que ha marcado 25 goles en sus 28 enfrentamientos ante el Atlético, parecía que se estaba reservando para ese momento puesto que apenas había aparecido en el partido. Pero apareció justo cuando más le necesitó su equipo y envió al fondo de las mallas la mejor jugada hasta ese momento del conjunto azulgrana. Con un quiebro de los suyos Neymar engañó la atención rojiblanca y conectó con Jordi Alba, que sirvió al punto de penalti para que el rosarino lograra el empate en el marcador. El 1-1 ya dio paso a un partido totalmente diferente, con un Barça confiado y un Atlético dolido.
Así, en plena ebullición de contrastes futbolísticos, Dani Alves se aprovechó pasada la media hora de juego de la confusión rojiblanca y con un envío en largo dejó completamente solo a Luis Suárez ante Jan Oblak, que prefirió defender su portería en lugar de salir al despeje. El uruguayo, que no es precisamente de los que perdonan este tipo de indecisiones, batía al esloveno con un disparo raso que se coló por debajo de sus piernas. El 2-1 provocó la algarabía en el Camp Nou, que se quedó mudo por momentos cuando Filipe Luís, al borde del descanso y en un ataque de locura transitoria, elevó su plantilla peligrosamente ante Lionel Messi y dejó a su equipo con un jugador menos para el resto del encuentro.
A pesar de jugar con diez, el Atlético salió con ganas en la segunda parte, dispuesto a morir de pie en el Camp Nou y aferrado a un jugador que se convirtió con su eléctrica velocidad en una pesadilla para los azulgranas, Yannick Carrasco. Precisamente una jugada del extremo belga supuso la mejor opción de los atléticos en este segundo acto cuando un centro suyo desde la banda derecha terminó en un remate a bocajarro de Antoine Griezmann que salvó milagrosamente Claudio Bravo. Sin lugar a dudas la parada de la Liga.
La ocasión del delantero galo acrecentó la esperanza rojiblanca por el empate. Pero fue un espejismo. Y como todo espejismo con un cruel final. En una jugada aparentemente inofensiva para los interesas atléticos, Diego Godín se lanzaba con los pies por delante ante Luis Suárez y Undiano Mallenco enviaba al uruguayo a la caseta por doble amarilla. Ya con nueve el partido perdió intensidad y el Barça se dedicó a contemporizar el resultado, una victoria que acerca un poquito más el título al conjunto de Luis Enrique y que deja tocado a los del Cholo Simeone.
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